El British Council, en alianza con la Embajada Británica, piloteó entre el 2019 y 2020 una intervención de prevención terciaria en Cali que busca disminuir la reincidencia en jóvenes ex-ofensores a largo plazo.

El modelo resultante es un acompañamiento continuo por 18 meses que busca generar transformaciones en los participantes a corto plazo en los siguientes aspectos:

  1. Fortalecimiento de las habilidades socioemocionales
  2. Disminución de riesgos asociados a la reincidencia, 
  3. Fortalecimiento de la relación con red de apoyo y comunidad
  4. Fortalecimiento de habilidades ocupacionales.

Estas transformaciones ocurren gracias a la aplicación de una serie de actividades que se resumen en 4 componentes:

Atención psicosocial individual:

Con el fin de que los jóvenes planeen un proyecto de vida en la legalidad, ellos y ellas cuentan con atención psicosocial que permite poner en contexto las habilidades adquiridas en la formación del componente 2 de acuerdo con sus necesidades particulares. Este proceso inicia con un reconocimiento de los recursos, riesgos y necesidades del joven a nivel psicológico y sociofamiliar, y se planea junto con él o ella los objetivos de vida a corto, mediano y largo plazo los cuales serán revisadas a lo largo de la ruta de apoyo.

Formación grupal:

A partir del enfoque restaurativo y las herramientas de la Terapia Cognitivo Conductual, los jóvenes adquieren herramientas para fortalecer sus habilidades socioemocionales, prevenir conflictos y solucinarlos de manera pacífica. Esta propuesta educativa no formal cuenta con cuatro módulos y trabaja 4 dimensiones del ser humano: personal, familiar, comunitaria y productiva.

Jornadas comunitarias restaurativas

Paralelo a las formaciones y las atenciones psicosociales, la ruta de apoyo propicia encuentros entre los jóvenes y los actores de su comunidad como un ejercicio restaurativo que facilita el proceso de inclusión social y la reconciliación. A medida que avanzan en la ruta, los jóvenes adquieren un rol más activo y responsable frente a sus actos con la comunidad al punto que lideran el diseño y el desarrollo de acciones restaurativas con otras poblaciones.

Orientación ocupacional y gestión de oportunidades:

Este componente fortalece las capacidades productivas para ampliar las oportunidades de los jóvenes a nivel formativo y para la generación de ingresos sostenibles en la legalidad. La intervención inicia con un diagnóstico de las capacidades productivas que permitirá definir el perfil del joven para el enrutamiento en oportunidades de empleabilidad o de emprendimiento. Esta línea de acción se complementa con la gestión activa de alianzas con el sector público, privado y social para aumentar las oportunidades.

Este modelo se caracteriza por incluir cuatro elementos transversales los cuales son un valor agregado gracias a la evidencia de otros procesos de inclusión social en otros países y la experticia del Reino Unido:

  1. Enfoque restaurativo y la terapia cognitivo conductual
  2. Estrategia de cuidado al cuidador
  3. Sistema de monitoreo y evaluación
  4. Incentivo económico condicionado

Nuestra evaluación de resultados, realizada junto con la Universidad de los Andes, evidenció que esta es una intervención prometedora para lograr los resultados esperados en la Teoría del Cambio. Además, demostró ser efectiva en la retención de los beneficiarios más jóvenes.

Estos resultados son positivos ya que a pesar de los retos impuestos por la pandemia ocasionada por el COVID-19 en el 2020, el proyectó logró terminar su intervención y es el primer modelo de inclusión social para jóvenes del SRPA que se pilotea en el país evidenciando cambios positivos en la mayoría de las áreas intervenidas con los jóvenes.