Conocer diversas estrategias para enseñar inglés a niños es importante para profesores y padres de familia. Si bien existen diferencias marcadas entre la enseñanza que se provee a los niños en las aulas de clase y la recibida en casa, es fundamental enlazarlas correctamente y permitir que los niños cuenten con espacios seguros para su desarrollo cognitivo.
En el British Council Colombia sabemos lo importante que es contar con las herramientas ideales para la enseñanza del inglés, por eso en este artículo encontrarás 5 consejos que te guiarán en la enseñanza del idioma.
Cuando se trata de aprender inglés; Cuanto antes mejor
Nuestro primer consejo tiene que ver con la edad de los niños para aprender inglés. En realidad, no existe una fecha exacta para empezar a enseñar a los niños un idioma. Lo que es claro es que toda interacción temprana agrega mayores oportunidades de asimilación para cualquier tema que quieras enseñarles; además, incentivar este tipo de interacciones con un idioma diferente a su lengua materna incluyen beneficios a nivel personal y profesional, a corto y largo plazo.
Recomendamos que las primeras experiencias con el inglés sean para desarrollar el oído de los niños, pues les permite desarrollar habilidades lingüísticas rápidamente. Por ejemplo, escuchar cuentos o canciones en inglés para niños les da la oportunidad de reconocer patrones del habla para cada idioma y desarrolla su capacidad de comprensión auditiva.
¡Si les lees en voz alta o hablas, no olvides pronunciar bien y hacer énfasis en la acentuación!
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Empezar por lo cotidiano
Enseñar inglés desde lo cotidiano es la mejor forma en la que los niños pueden aprender. Los conceptos básicos se encuentran en las rutinas diarias y aprovechar esto puede ser muy valioso para ellos.
Levantarse, ducharse, desayunar y caminar pueden convertirse en excelentes oportunidades para que tus hijos aprendan vocabulario en inglés y lo asocien rápidamente con sus actividades diarias. Por eso, el mejor método sería por empezar con las acciones que ellos realizan siempre en casa (despertarse, levantarse, ducharse, desayunar, caminar, leer, jugar, almorzar, cenar, dormir, etc.); luego, con actividades recurrentes en la calle (caminar, correr, comprar, ver, subir, bajar, entrar salir, etc.); finalmente, con acciones muy específicas, y por lo tanto, muy complejas. Es fundamental que este ejercicio sea repetitivo, dado que la repetición garantiza que los niños asimilen más rápido lo que aprenden.
Para enriquecer este ejercicio, una actividad que podría ser determinante en la adquisición del inglés es crear pares de actividades que sean opuestas (despertarse, dormir; hablar, callar; subir, bajar; etc.); de igual manera, asociar actividades que tengan un punto en común (aprender: leer, escribir, escuchar; jugar: saltar, correr, lanzar; etc.) Así, no sólo ellos estarán aprendiendo este nuevo vocabulario, sino que podrán crear relaciones asociativas de oposición o relación para comprender mucho mejor su significado.
Rutinas y repetición, herramientas claves para el aprendizaje del lenguaje
Para crear espacios de aprendizaje de inglés es necesario apoyarse en los gustos e intereses de los niños para proporcionar vocabulario. Usar sus intereses y motivaciones en cualquier ambiente de aprendizaje garantiza, en cierta medida, que los niños se enganchen con cualquier ejercicio que se les proponga. Si tenemos claros sus intereses, es más fácil pensar en actividades, vocabulario y rutinas que los mantengan enfocados.
Tener rutinas definidas para las actividades de los niños puede darles muchas ventajas a la hora de asimilar y aprender cualquier tema. Desde tener un horario determinado, hasta el tipo de actividad, la organización del tiempo y actividades puede ayudarlos a desarrollar gradualmente sus habilidades y autonomía. Es necesario que estas rutinas tengan espacios de descanso y alimentación, porque se pueden asimilar de una manera más natural dentro de su rutina cotidiana. Para establecer estas rutinas y repeticiones, tenemos los siguientes consejos:
- Tiempos de aprendizaje: los niños necesitan cierto tiempo de descanso y alimentación luego de llegar al colegio. No existe ningún beneficio al comenzar una rutina de aprendizaje en casa sin el descanso apropiado luego de la jornada escolar. Es importante que los niños coman apropiadamente y tengan un espacio de descanso adecuado. Asimismo, la rutina de aprendizaje debe tener pausas para tomar un pequeño descanso y comer algún refrigerio o aperitivo no muy grande.
- Espacio de estudio: es importante establecer un lugar de la casa como su centro de estudio. Lugares como el cuarto o la sala no incentivan la concentración de los niños, además de que no generan un ambiente diferente para el aprendizaje. Es importante encontrar un lugar que, desde su locación, se genere un ambiente de tranquilidad, focalización, que los niños perciban que es un lugar destinado para un solo objetivo: aprender.
- Primero, la escuela: las rutinas de trabajo extraclase deben ser posterior a su trabajo escolar, porque es importante que los niños reconozcan la diferencia entre el trabajo escolar y el aprendizaje del inglés. Siempre debe establecerse la actividad de aprendizaje de esta lengua posterior a la realización de tareas de la escuela. Asimismo, cada rutina debe tener un tiempo específico y deben tener espacios de descanso entre ellas. De esta forma, se evita la saturación de información y el desgaste en los niños.
- Metas diarias: cada día debe tener un objetivo de aprendizaje, pues la falta de objetivos genera vacíos y falta de comprensión de las actividades del día. Si los niños tienen claro cuál es el tema u objetivo del día, podrán enfocar mejor sus habilidades y concentración para lograr la meta. Piensa en que cada semana puede tener un tema, y cada día se puede trabajar una idea del tema (Trabajo de la semana: vocabulario de animales. Lunes: mascotas; martes: animales de la granja; miércoles: animales salvajes, etc.). Igualmente, se pueden revisar los contenidos de las clases de la escuela para crear estos objetivos diarios de aprendizaje.
- Reconocimiento constante: cualquier persona en una situación de aprendizaje necesita de estímulos que revaliden su esfuerzo. En el caso de los niños, es aún más importante resaltar estos avances. Reconocer su esfuerzo, sus logros, la dedicación que ponen en su aprendizaje impactará positivamente a los niños. De esta manera, ellos comprenderán que su trabajo es visto y valorado por sus padres.
- No permitas que se rompa la rutina: establecer una rutina es difícil, pero es mucho más compleja su ejecución diaria. Por esta razón, no se deben permitir descansos o saltos en dicha rutina, porque se pierde la focalización y naturalidad del aprendizaje que se está generando. Si los niños dicen estar muy cansados, hay que recordarles que siempre tendrán tiempos de descanso (ver consejo 1).
- Uso del lenguaje: así como es notorio el crecimiento en algunas habilidades, existen momentos en que los niños pueden tener tropiezos o dificultades para asimilar o desarrollar algún contenido. En este caso, es fundamental evitar el uso de lenguaje negativo o que genere reacciones desfavorables (evita decir: se nota que no puedes con…). Los comentarios deben ser siempre enfocados en darles apoyo y recordarles que, a pesar de que sea difícil, trabajar constantemente les permitirá aprender dicha habilidad o contenido.
Estas rutinas y repeticiones conseguirán, a corto y mediano plazo, un cambio en el aprendizaje de tus hijos, e incluso una actitud diferente para aprender inglés.