Johan Esteban hace parte de los casi 10,000 jóvenes que ingresan al SRPA cada año en el país.
Pero, eso quedó en el pasado, pues él es uno de los jóvenes beneficiarios del proyecto Vacílate con Buena Actitud, donde tuvo una primera oportunidad una vez finalizó su paso por el sistema. Ingresó al proyecto con las ansias de tener un apoyo para sobrepasar las barreras que lo mantenían cerca de la ilegalidad y que años atrás lo llevaron a cometer errores.
Vacílate con Buena Actitud, es una iniciativa que nace en el 2018 inicialmente bajo el nombre de SYCO, gracias a la apuesta del British Council y su trabajo en brindar primeras oportunidades a los adolescentes y jóvenes que llevan un proceso en el SRPA. De esta manera y de la mano de la Embajada Británica en Colombia, más de 50 jóvenes de la ciudad de Cali han logrado construir un plan de vida enmarcado en la legalidad llegando a disminuir en un alto grado la probabilidad de reincidencia.
En el 2019 esta iniciativa contó con el apoyo de Alcaldía de Cali, lo que permitió su continuidad y estructuración como el primer proyecto en su categoría en Colombia, ya que no solo le está brindando una primera oportunidad a estos jóvenes bajo una ruta de apoyo estructurada, sino que dejará al GoLa falta de oportunidades, la estigmatización, redes de apoyo débiles y la gran cantidad de riesgos en su contexto inmediato, son algunos de los factores que han llevado a los jóvenes que salen del sistema de justicia juvenil colombiano a tener altas probabilidades de reinserción en ambientes de criminalidad. El ICBF refirió en el 2015 que aproximadamente el 20 % de los adolescentes que egresan del sistema vuelven a reincidir como menores de edad. A pesar de que no hay cifras oficiales de cuántos reinciden como adultos, se estima que puede ser un número similar, lo cual no deja de ser preocupante sabiendo que no todos los adolescentes y jóvenes que cometen delitos terminan vinculados al sistema.
Johan Esteban, oriundo de la ciudad Cali, da testimonio de lo que fue para él haber hecho parte de esa población que ha sufrido las consecuencias de la ausencia de opciones sociales y laborales en su ciudad: En el 2018, yo tenía 17 años con un historial de vida difícil y bastante desorientada del buen camino. Peleaba mucho con mi madre a raíz de los problemas en el barrio, de los problemas con la policía y por las malas amistades. La policía del barrio ya me tenía los ojos encima por mis acciones erróneas. Un día tuve una discusión fuerte con mi mamá y como ella ya no pudo más conmigo, llamó a la policía y me entregó. Duré tres semanas en hogares de paso y después un buen tiempo en el Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes – SRPA- de Cali, pero mamá me salvó, me perdonó y tuve libertad asistida, relata el mismo Johan.
Luego de mi paso por el SRPA tuve la fortuna de caer en otras manos y la vida me dio otra oportunidad. Me convertí en Gestor Social gracias al intervención de este proyecto. Retomé mis estudios, terminé mi bachillerato algo que me va a ayudar a conseguir un empleo y poder generar ingresos. Gracias al apoyo del British Council y de sus especialistas me sostuve mientras estudiaba y podía dedicar todo mi tiempo y mente a eso. Ahora estoy cursando un técnico en Programación de software, el cual pienso culminar con muchos éxitos. Lo más importante, pude reconciliarme conmigo mismo y con la sociedad, relata Johan Esteban.
Historias de transformación como la de Johan Esteban son el ejemplo de que el cambio y la reconciliación son posibles. Estos jóvenes empoderados son la evidencia fiel para demostrar que vale la pena invertir en sus vidas y por eso, queremos que más personas y empresas conozcan cómo pueden apoyarlos y apoyarlas con el fin de seguir disminuyendo los índices de reincidencia de criminalidad y forjar para ellos nuevas oportunidades de vida.